Si miramos una etiqueta de un complemento alimenticio rico en omega-3 veremos que indica el valor total de aceite de pescado que hay en cada perla o en cada dos (siempre lo especifica), pero si nos fijamos aparece –o debería– la cantidad de ALA, EPA y/o DHA desglosada. Esta información es básica para que el profesional y el cliente puedan escoger adecuadamente el suplemento conveniente. Por ejemplo, si una persona necesita suplementar la dieta con un omega-3 para normalizar los niveles de colesterol, le convendrá más un omega-3 con más EPA; en cambio, si quiere mejorar la salud ocular, será más interesante el DHA; a una mujer embarazada le irá mejor el DHA para que el feto se nutra bien. Si un suplemento no lo específica, es mejor elegir otro que lo haga.

Una buena proporción de omega 3 sería la siguiente:

  • Concentración de hasta un 75% de ácidos grasos Omega 3 totales.
  • El 60% del Omega 3, son ácidos grasos de cadena larga, EPA y DHA.
  • La proporción EPA y DHA, de 2 a 1, es la ideal (40 % EPA y 20% DHA)

ES importante q sean ac. grasos destilados para eliminar los metales pesados, y que el envase proteja de la posible oxidación de los mismos.