El Colegio ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias una bolsa de voluntarios constituida por más de un centenar de profesionales de la farmacia cordobesa con el objetivo de que presten colaboración de forma completamente altruista en a todas aquellas tareas relacionadas con la vacunación, prevención o diagnóstico de la COVID-19.

Este ofrecimiento se engloba en una acción emprendida por la Unión Profesional Sanitaria de Córdoba (UPSACO) y de la que ya se ha hecho partícipe a la delegada territorial de Salud y Familias en la provincia, María Jesús Botella.

En la propuesta planteada por estas corporaciones se insistía en la posibilidad de «ser útiles a la hora de garantizar que el programa de vacunación cumpla con las expectativas previstas, facilitando personal suficiente para ello», así como para llevar a cabo las labores que, desde la Delegación se consideren «oportunas en este momento de alarma sanitaria».

No es la primera acción de este tipo emprendida desde nuestro Colegio. Ya en el primer Estado de Alarma decretado frente a la pandemia hace un año establecimos una bolsa de voluntarios constituida igualmente por farmacéuticos para garantizar la actividad de todas las farmacias de la provincia ante eventuales bajas por contagio del virus SARS-CoV-2 o contacto estrecho con personas contagiadas. Esta medida fue especialmente diseñada para atender a aquellos núcleos de población rurales en los que sólo existe una oficina de farmacia, que en ocasiones incluso es el único espacio sanitario con actividad continua en su entorno.