La delegada territorial de Salud y Familias de la Junta de Andalucía en Córdoba, María Jesús Botella, ha valorado positivamente el trabajo conjunto entre la Delegación Territorial de Salud y Familias y nuestro Colegio en la elaboración del plan de contingencias de la provincia que se puso en marcha tras la declaración del Estado de Alarma por la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Este plan, ha asegurado Botella, ha permitido tener preparada la atención farmacéutica en Córdoba ante una posible eventualidad generada por esta pandemia, siempre teniendo presente una cuestión indispensable: asegurar el mantenimiento del servicio prestado por las oficinas de farmacia, sobre todo en el ámbito rural.

Para la puesta en marcha de este plan de contingencia se ha realizado un estudio detallado para priorizar la repercusión que tendría el cierre por coronavirus para la población atendida de cada una de las 405 oficinas de farmacia de la provincia de Córdoba y, teniendo en cuenta diferentes criterios técnicos, se establecieron cuatro niveles de riesgo, quedando un total de 61 farmacias como de alto riesgo por atender núcleos poblacionales rurales o aislado.

Desde la delegación se ha alabado la iniciativa de nuestro Colegio de constituir una bolsa de trabajo con farmacéuticos voluntarios dispuestos a sustituir a los titulares de farmacias que se vieran afectados por COVID-19 y así evitar su cierre, garantizando la prestación farmacéutica a la población.