Expertos, lideres colegiales y profesionales farmacéuticos han analizado la
transformación de la farmacia comunitaria con nuevos servicios que
refuerzan su dimensión sanitaria y asistencial

Las VI Jornadas Farmacéuticas están siendo una
especie de foro de innovación para debatir sobre los nuevos servicios profesionales
farmacéuticos que se están prestando ya en las farmacias andaluzas y que los colegios
esperan que algún día puedan ser incorporados a la cartera de servicios del sistema
público de salud. Servicios relacionados la mejora de la adherencia a los tratamientos
(como el Sistema Personalizado de Dosificación de Medicamentos –SPD- o el ANM –
Adherencia a nuevos medicamentos- o la medición ambulatoria de la tensión arterial
MAPAfarma; pero también con la integración y el trabajo colaborativo con el resto de
profesionales del sistema sanitario en aspectos como la deshabituación tabáquica; la
prevención de la obesidad infantil o el correcto uso de antibióticos.
Más de 4.600 farmacéuticos y 2.000 farmacias en toda Andalucía han recibido ya
formación y desarrollan idénticos protocolos para prestar estos nuevos servicios, que
convierten la botica en un espacio donde no solo se dispensan medicamentos, sino
que se ofrecen muchas más prestaciones farmacéuticas, todas ellas orientadas hacia la
mejora de la salud y la prevención de la enfermedad.
Expertos, lideres colegiales y profesionales farmacéuticos han analizado el modo en
que estos nuevos servicios están transformando la farmacia comunitaria, reforzando
su dimensión sanitaria y asistencial y abriendo nuevas posibilidades de colaboración
con el resto de actores del sistema sanitario. Posibilidades de colaboración sobre las
que el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, Antonio
Mingorance, se ha pronunciado de forma directa, lanzando el guante correspondiente
a las administraciones: “Los farmacéuticos estamos dispuestos a colaborar más
intensamente en los grandes retos que tiene el sistema sanitario vinculados a la
prevención, diagnóstico precoz y mejora de la adherencia de los pacientes crónicos,
todos los nuevos servicios desarrollados van en esta dirección y lo que necesitamos
ahora es que las administraciones apuesten fuerte y se decidan a contar más con la
farmacia, ampliando los servicios farmacéuticos incluidos dentro de convenio”, ha
expuesto.
De forma concreta, los asistentes a las VI Jornadas Farmacéuticas Andaluzas han
repasado los resultados obtenidos por los distintos programas y nuevos servicios
lanzados por la farmacia andaluza en estos años. El primero de ellos fue el SPD, o
Sistema Personalizado de Dosificación de los Medicamentos, que permite a los
pacientes tener su medicación organizada por tomas según la pauta prescrita por el
médico. Más del 50% de las farmacias andaluzas están acreditadas para prestar este
servicio, y, según los expertos y profesionales reunidos, el programa acumula ya
suficiente evidencia sobre los beneficios que genera en la mejora de la adherencia a
los tratamientos. Se estima que el incumplimiento terapéutico en Andalucía afecta al
50% de los pacientes con tratamientos crónicos y al 20% de los pacientes agudos. De
estos pacientes, más de 360.000 son polimedicados y más de 36.000 toman
diariamente 5 medicamentos. La falta de adherencia terapéutica puede llegar a
condicionar hasta un tercio de los ingresos hospitalarios, y las experiencias
desarrolladas de dosificación personalizada, a las que se ha sumado la de la farmacia
andaluza, vienen a acreditar mejoras en la adherencia hasta en un 30% de los
pacientes.
El segundo servicio lanzado por el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos fue
MAPAfarma, un servicio protocolizado de Medición Ambulatoria de la Presión Arterial
llevado a cabo en las propias boticas, para el que están acreditados o en fase de
acreditación más de 400 farmacéuticos. Igualmente, la experiencia acumulada con este
servicio demuestra que más de una cuarta parte de las decisiones que se toman con
una única medida de presión arterial aislada, son equivocadas, y ponen de manifiesto
problemas de control de la presión durante las noches, evidenciando los beneficios de
la medición ambulatoria en el control de la tensión arterial, así como la satisfacción de
los pacientes que han recibido esta prestación. La experiencia acumulada por la
farmacia andaluza pone de manifiesto que la monitorización de la presión arterial
durante un periodo prolongado de tiempo permite detectar hasta un 31% de errores
de diagnóstico relacionados con la hipertensión de bata blanca o enmascarada.
Además, el 99% de los pacientes consideran que la farmacia es el sitio adecuado para
la monitorización ambulatoria de la presión arterial.
Durante la jornada también se ha hablado del ANM, un servicio de asistencia en
nuevos medicamentos, a través del cual el farmacéutico acompaña al paciente a quien
prescriben un nuevo medicamento para uso crónico a fin de mejorar la adherencia y
fomentar un uso responsable del fármaco. Los expertos consideran este servicio, aún
en fase de pilotaje, como la gran piedra de toque para la contribución de la farmacia
en uno de los grandes retos del sistema público sanitario: la adherencia a los
tratamientos. El servicio diseñado se basa en la relación farmacéutico-paciente
mediante dos entrevistas: una a la semana de comenzar (entrevista de intervención) y
otra entre los 14-21 días (entrevista de seguimiento). En ambas se aplican técnicas de
health coaching que persiguen el empoderamiento del paciente para descubrir junto al
farmacéutico problemas, inquietudes, falsas creencias o expectativas, que pudieran
influir en el uso del medicamento (adherencia, efectividad, seguridad). Para
solventarlas se usan distintas herramientas personalizadas (instrucciones de
manipulación, consejos para recordar las tomas, videos sobre manejo de inhaladores,
carta personalizada de derivación al médico…).
La colaboración en los objetivos de la deshabituación tabáquica a través de la adhesión
a la Red Andaluza de Servicios Sanitarios y Espacios Libres de Humo (RASSELH), las
campañas de comunicación y de formación para favorecer el correcto uso de los
antimicrobianos desde la farmacia andaluza diseñadas en colaboración con el
programa PIRASOA y la Campaña de Peso y Salud Infantil (PySI) para el control de la
obesidad en los niños andaluces han sido también otros programas de la farmacia
andaluza analizados durante la jornada, todos los cuales están arrojando asimismo
evidencias sobre los “beneficios que podría recibir el sistema sanitario y sus pacientes
con una mayor integración de los farmacéuticos en los desafíos relacionados con la
prevención y el diagnóstico precoz”, ha afirmado Mingorance.
Finalmente, se ha abordado también el potencial que tiene la participación de la
farmacia en el desarrollo e implementación de sistemas que permitan medir los
resultados en salud y aplicar nuevos criterios de funcionamiento basados en la
aportación real de valor de todos los equipos, tecnologías e incluso medicamentos. En
este sentido, el presidente del Consejo Andaluz se refirió a las grandes expectativas
depositadas en AxónFarma, la plataforma tecnológica de la farmacia andaluza puesta a
disposición del Sistema Sanitario Público Andaluz como herramienta de Big Data para
mejorar los resultados en salud y promover la colaboración de los farmacéuticos con el
resto de profesionales del sistema público. Y es que la falta de medición de los
resultados en salud es otra de las amenazas para la sostenibilidad del sistema.
“La fórmula por la que apuesta la farmacia andaluza es la de la innovación a través de
nuevas prestaciones y nuevas tecnologías”, ha declarado el presidente del Consejo
Andaluz, que ha puesto también como ejemplo del esfuerzo innovador desarrollado
por la farmacia andaluza el diseño y puesta en marcha de la tramitación electrónica de
la petición de estupefacientes, “una innovación pionera en España que está aportando
a todos los actores implicados garantía, seguridad, control, transparencia y agilidad”.
“Innovación es pensar en cómo la farmacia puede contribuir a mejorar los problemas
asociados al incremento de los enfermos crónicos y mayores, cambiando de enfoque y
poniendo más atención en los primeros niveles de asistencia”, ha explicado
Mingorance, que ha subrayado el valor de la capilaridad de la farmacia para poner en
marcha las políticas de prevención y control del paciente que ahora mismo demanda el
sistema. “Por ello, invito a las autoridades sanitarias a que sean osadas y piensen en
formas de dar juego a la farmacia en estos retos, porque estamos dispuestos y
estamos preparados, como se está demostrando con los nuevos servicios
profesionales, que responden precisamente a algunos de esos desafíos”, ha concluido
el presidente del Consejo Andaluz